Cuando hablamos de la Región Enriquillo ubicada al suroeste de la República Dominicana, usualmente pensamos en la costa barahonera o en el paraíso encantado que encontramos en las delicadas y cristalinas aguas de Bahía de las Águilas en Pedernales, pero poco se conoce sobre lo fascinante que es descubrir la provincia Bahoruco y junto a ella el municipio más dulce que tiene el Sur.
El municipio de Neiba es el más importante de esta provincia y por ende el cabecera, el cual sobresale por su valioso cultivo de uva como principal actividad económica permitiendo la elaboración de vinos, vinagre, mermeladas, conservas (dulces), bizcochos, flanes y la venta directa de este fruto en puntos estratégicos de toda la región y el país.
Pero esta notable actividad no solo se circunscribe al aspecto económico sino que es parte de los tantos atractivos turísticos de la zona, convirtiéndose en una experiencia única en el Sur que empieza por el cruce o parador donde podemos encontrar a vendedores ambulantes ofertando sus productos y siguiendo con el tour etnológico con el que conoceremos por completo el proceso de la vinicultura.
Este tour que dura entre tres y cuatro horas aproximadamente se desarrolla en el centro experimental Plaza del Cacique, donde expertos relatan su historia (la cual inicia en el segundo viaje de Cristobal Colon) mientras se recorren las plantaciones de uvas, se saborean algunos ejemplares de esta jugosa fruta y se conoce de primera mano el proceso del vino.
Aunque para ser justos debemos resaltar que Neiba no es solo dulce y embriagante, también posee una gran cantidad de ríos y arroyos, tales como: Rio Panzo, Don Juan, El Manguito y Las Marías, siendo este último el más visitado durante todo el año con la particular característica de ser uno de los más fríos de la Región Enriquillo (El tercero para ser exactos), donde algunos aseguran tener la capacidad de mantener en temperaturas optimas algunas bebidas frías.
Con el paso de los años este balneario que tiene una superficie aproximada de 624 metros cuadrados, se ha acondicionado para convertirse en un verdadero centro de diversión natural, en el que los visitantes pueden disfrutar junto a sus acompañantes de bebidas nacionales y de una exquisita gastronomía local en la que sobresale la elaboración de la Tilapia (pescado de agua dulce) que se prepara de diferentes formas (Salcochada, guisada, frita o con coco) y puede hacerse acompañar de lo que usted desee.
Lago Enriquillo
Como parte de la armonia de los sabores, nada dulce puede estar bien equilibrado sin un punto de sal y esto Neiba lo sabe bien, al tener uno de los puntos de salinidad más importantes del país con una concentración superior a la del mar.
El Lago Enriquillo con una extensión territorial de 375 kilómetros cuadrados es el más grande del Caribe y la única masa de agua que se encuentra a más de 43 metros aproximados por debajo del nivel del mar de la región; además de ser el habitad de una gran cantidad de especies endémicas.
Sus aguas compartidas entre las provincias de Bahoruco e Independencia forman parte del Parque Nacional e Isla Cabritos y de la Reserva de Biosfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo.
Su recorrido se convierte en parte de la impresionante biodiversidad con la que cuenta la región y por lo mismo es considerado como uno de los puntos de mayor interés para el turista nacional e internacional. Experiencia que podemos vivir desde un bote con el que podemos recorrer todo el lago, ir a la Isla Cabritos corriendo con la suerte de poder ver los cocodrilos que allí habitan, los flamencos que con su elegancia embellecen el entorno y con más tranquilidad la prehistórica iguana; para finalizar con una visita a Las Cuevas Tainas o cerro «Las Caritas» desde donde también podemos tener una vista panorámica del lago.
Pero mas allá de todo lo que podemos ver, de Neiba no nos podemos ir sin disfrutar de una de las vistas mas deslumbrantes del país y que es parte de postales nacionales como la que se nos brinda al ubicarnos en el mirador Lago Enriquillo, sin tomarnos una copa de vino hasta que no quede una sola lagrima que sorber, sin dejar que Las marias nos bañen y mimen nuestro paladar con su suculenta gastronomía local, asi como tampoco nos podemos alejar sin dejarnos impregnar de ese grito airado lleno de fuerza y vigor que una vez sublevado entre montañas realizó el cacique Enriquillo (Guarocuya) clamando justicia.
Fotos: Thelma Vargas, Guía ecoturística de Bahoruco/Luis Herasme.
Foto portada: Sergio Cid