Con un aporte de mil sesenta y siete (1,067) habitaciones, el proyecto hotelero-inmobiliario “Perla del Sur” se ha convertido en la esperanza de los barahoneros que han soñado con ver la provincia de Barahona desarrollada como uno de los principales polos turísticos del país.

Este proyecto desde sus inicios ha sabido dimensionar y catapultar la zona como una buena inversión para aquellos amantes de la naturaleza que apuestan a un turismo élite que logre dinamizar la economía de la Región Sur, concepto que queda perfectamente enmarcado con su eslogan “Barahona, tu nuevo destino”.

Un destino lleno de intensos amaneceres, con todo un grupo de matices azules que caracterizan el apasionado Mar Caribe y la desbordante naturaleza que paralelamente domina la zona costera con su exuberante follaje, sumado a la propuesta innovadora de un proyecto que en sus siete etapas busca que tanto el inversionista como el turista encuentre un muy acogedor descanso o se sienta identificado con alguna de ellas.

Una propuesta tan bien diseñada y cuidada en su concepción que se divide en el místico número siete (7 etapas), que en numerología evoca la reflexión, perfeccionismo y espiritualidad. El perfecto equilibrio entre lo espiritual y lo corporal que los arquitectos (todos nacionales) han mantenido en el diseño general de este gigante.

La primera etapa contempla 10 villas con 3 apartamentos. Un Beachfront Hotel (Frente a la playa) de 52 habitaciones y un Condo Hotel-Convention Center de 80 apartamentos para un total de 162 unidades, disponibles para operación hotelera a partir de octubre del año 2019. Contará además con un centro de convenciones para grupos de hasta 400 personas, club de playa, spa, gimnasio, palapa, lobby y business center, entre otras amenidades; con el que se apertura un nuevo tipo de turismo aun poco explotado en el país y que deja grandes ganancias, el de convenciones.  

La segunda etapa contempla la construcción de 24 bungalows de iguales dimensiones que se apegan al diseño minimalista que predomina en todo el proyecto, combinado con materiales costeros que hablan de la simplicidad pero ineludible belleza del trópico.

En su tercera etapa se incluirán 92 unidades con La Casona Hotel Boutique y en la cuarta se desarrollará una marina con 78 muelles para yates, lanchas y botes de diferentes tamaños, junto a un hotel boutique y residencias de marina.

Las etapas siguientes (quinta, sexta y séptima), comprenderán tres torres de apartamentos llamadas “Ocean Towers”. Siete etapas que buscan en conjunto crear un destino de clase mundial para los turistas nacionales e internacionales y que produzcan a su vez en el visitante o propietario la sensación de vivir una experiencia única que se deja bien complementar con las atracciones naturales de Barahona.

Pero más allá de un proyecto con el que los inversionistas puedan lograr formar parte de un nuevo modelo de turismo de alto nivel en una zona relativamente virgen del país, están los 2 mil 500 empleos directos que ofrece el “Perla del Sur”, los casi 10 mil indirectos, de los cuales el 80% de la mano de obra es local; más el resurgimiento del aeropuerto María Montes para los vuelos charter con los que se sumarían otros empleos y por ende un dinamismo superior al esperado por los empresarios locales.

De hecho este dinamismo ya se ha empezado a notar, aun no bien terminada la primera etapa, con la adquisición de una gran cantidad de recursos humanos locales que se prepararon años atrás con la esperanza de recibir el desarrollo del turismo algún día y el tiempo finalmente llegó.

Así mismo se han empezado a realizar grandes trabajos comunitarios en la zona costera, la formación constante de sus recursos humanos y a los potenciales empleados que a través de la primera feria de trabajo realizada en la provincia de la mano con instituciones locales se captaron; Otro aspecto importante a destacar es la presencia y apoyo constante a las diferentes actividades turísticas que se realizan en la provincia por parte de sus principales gerentes.

Sin dejar paso a la menor duda el estar sentados en uno de los chailones (sillas reclinables) que rodean la piscina de “La Palapa” con el mar de frente, nos hace meditar sobre la muy conocida frase que reza: “En ocasiones la realidad sobrepasa por mucho a la ficción”, en este caso a la imaginación de su artífice, cumpliéndose dicho adagio en su totalidad.