Mientras descubríamos nuestra verdadera vocación en la vida, creo que a muchos nos pasó la muy tentadora idea de dedicarnos única y exclusivamente a viajar por el mundo y conocer todo lo que este tenía para ofrecernos.
Para ser sinceros, viajar se encuentra dentro del top ten de los sueños o anhelos que queremos realizar alguna vez en la vida o a lo que quisiéramos dedicarnos una vez agotemos nuestra etapa laboral. Ahorrar para viajar.
En décadas anteriores viajar estaba considerado como una actividad equivalente a la opulencia y estabilidad económica, por los gastos que conllevaba emprender un viaje solo o en compañía.
Pero con el tiempo a través de las ventajas que ha venido representado la “industria sin chimenea”, como se le conoce al turismo, para los diferentes países del mundo, se ha propiciado un verdadero estallido de ofertas para no solo ser parte de la competencia sino para reinar en este atractivo mundo abriendo un abanico de oportunidades para los diferentes tipos de turistas partiendo de sus gustos y posibilidades económicas.
Es aprovechando esas ventajas que en la actualidad hacer turismo es más un asunto de querer que de poder y con los conocimientos adquiridos en cada nueva experiencia identificamos opciones más económicas de realizarlo como es el caso del “mochilero”, conocido así por la forma en la que viajan por el mundo llevando prácticamente todo lo que necesitan para emprender una nueva aventura en una mochila sobre sus espaldas y una guía en la mano.
Sin prisas para volver a su país de origen y con todo el tiempo del mundo para saborear otra cultura diferente y aprender lo que más se pueda de ella, el mochilero busca disfrutar al máximo sin gastar mucho.
Por lo general no utiliza guías turísticas en los lugares que visita (a menos que el lugar lo requiera), lo que representa un ahorro más para su bolsillo, haciendo además un estudio previo del lugar que le interesa visitar y dónde se puede quedar, siempre y cuando no tenga en mente hacerlo sobre la colcha que comúnmente lleva a sus espaldas con una ligera casa de campaña.
El turista per se no necesariamente busca ahorrar en lo mínimo que pueda, pero sí buscar opciones más económicas que le permita disfrutar sin muchas limitaciones. Hoy puede tener en mente amanecer viendo las estrellas desde un campamento improvisado, como mañana puede acomodarse en un hotel y disfrutar del todo incluido.
Sea cual sea la manera que elijas o las razones que te motiven a hacer turismo este siempre será la mejor forma de leer un libro siendo tú el protagonista de él y en muchos casos el escritor.
Si decides convertirte en un turista habitual:
- Has ahorros con esa finalidad
- Empieza por tu país
- Incursiona primero en el turismo comunitario
- Únete a grupos de turistas en la web
- Haz un listado de los lugares o países que te gustaría visitar
- Trata de tener un contacto en la zona a visitar
- Infórmate previamente sobre tu destino
- Comparte tus experiencias.